LA PROMESA NO CUMPLIDA DE EEUU
La Promesa Rota de los Estados Unidos
Durante la guerra entre México y Estados Unidos, los líderes militares y estadistas estadounidenses prometieron a los habitantes de Baja California (La Paz y San José del Cabo) que se les otorgarían los derechos de ciudadanos de los Estados Unidos.
Sin embargo, esta promesa se retiró cuando se volvió poco práctico cumplirla.
Esta promesa se hizo inicialmente cuando el comodoro Robert F. Stockton declaró que Alta y Baja California eran territorio de los Estados Unidos.
La promesa se reiteró más tarde cuando el coronel Miranda, gobernador de Baja California, se rindió en La Paz. Un comité de residentes firmó artículos de capitulación que les otorgaban los derechos de ciudadanos estadounidenses y la retención de sus propios funcionarios y leyes.
A pesar de estas promesas, Estados Unidos finalmente no mantuvo la península de Baja California como parte de su territorio. El Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado en 1848, no incluyó su posesión por parte de Estados Unidos.
Muchos soldados y marineros estadounidenses que sirvieron en Baja California cuestionaron la decisión de excluir la península del territorio estadounidense. Argumentaron que Estados Unidos había roto su promesa a los bajacalifornianos que los habían apoyado durante la guerra que fueron cientos.
El teniente Henry W. Halleck, del Ejército de los Estados Unidos, escribió al coronel Richard B. Mason, gobernador de Alta California, expresando su preocupación por el abandono de los bajacalifornianos que habían confiado en las promesas de Estados Unidos. Halleck argumentó que sería una violación de la fe nacional y haría que Estados Unidos pareciera culpable de un engaño cruel.
En última instancia, la decisión de no retener Baja California se basó en el deseo de Estados Unidos de terminar rápidamente la guerra con México y en la percepción de que la península era un territorio pobre en recursos naturales.
El resultado final fue que los habitantes de Baja California que habían apoyado a Estados Unidos fueron abandonados a su suerte, pero alrededor de 400 emigraron en los mismas fragatas militares rumbo a San Francisco, donde fueron recibidos por las fuerzas armadas. Todos obtuvieron la ciudadanía americana y además, les entregaron una pensión por sus servicios prestados a Washington.
¿Por qué los Bajacalifornianos apoyaban la anexión a EEUU?
Promesas de Ciudadanía y Derechos: Las fuerzas estadounidenses, bajo el mando de figuras como el Comodoro Stockton y el Coronel Burton, prometieron a los habitantes de Baja California los derechos de ciudadanos estadounidenses y el respeto a sus leyes y funcionarios locales. Esta promesa pudo haber sido atractiva para algunos, especialmente en un contexto de incertidumbre y cambio durante la guerra.
Descontento con el Gobierno Mexicano: Algunos bajacalifornianos, como el Coronel Francisco Palacios Miranda, gobernador de la península, mostraron una disposición a colaborar con las fuerzas estadounidenses, llegando incluso a prometer neutralidad. Esto podría indicar un cierto grado de descontento o desilusión con el gobierno mexicano de la época.
Búsqueda de Protección y Estabilidad: En medio del conflicto bélico, la presencia de las tropas estadounidenses pudo haber sido vista por algunos bajacalifornianos como una fuente de protección y estabilidad. La firma de artículos de capitulación por parte de un comité de residentes en La Paz sugiere un deseo de asegurar su seguridad y bienestar bajo la administración estadounidense.
Aspiraciones de Progreso Económico: Es posible que algunos habitantes vieran en la llegada de los estadounidenses una oportunidad para el desarrollo económico. La promesa de integración a Estados Unidos, una nación en expansión y con una economía dinámica, pudo haber despertado expectativas de prosperidad.
División Interna y Oportunismo: La guerra también generó divisiones dentro de la sociedad bajacaliforniana. Algunos, como Mauricio Castro y los líderes religiosos Padre Gabriel González y Padre Vicente Sotomayor, se opusieron a la presencia estadounidense e incitaron a la resistencia. En este contexto, el apoyo a las tropas estadounidenses pudo haber sido, en algunos casos, una decisión pragmática o incluso oportunista, buscando obtener ventajas o protección en medio del conflicto.
Por eso se convocó a una Asamblea de Representantes en La Paz en julio de 1848. En esta asamblea, una mayoría de los presentes votó a favor de solicitar la anexión a Estados Unidos. Sin embargo, esta petición no fue concedida por el gobierno estadounidense, que se apegó a los términos del Tratado de Guadalupe Hidalgo, el cual no incluía la posesión de Baja California.
Se consultó a la población.
A la asamblea convocaron militares de EEUU.
Votaron por anexión a EEUU.
Fue el primer plebiscito de Baja California (península).